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El Fraxinus excelsior, conocido como fresno común, es un árbol caducifolio de gran tamaño y elegancia, originario de Europa y algunas regiones del suroeste de Asia. Es muy valorado en jardinería, parques y proyectos de reforestación por su porte majestuoso, rápido crecimiento y su resistencia al frío.
El Fraxinus excelsior, conocido como fresno común, es un árbol caducifolio de gran tamaño y elegancia, originario de Europa y algunas regiones del suroeste de Asia. Es muy valorado en jardinería, parques y proyectos de reforestación por su porte majestuoso, rápido crecimiento y su resistencia al frío.
Alcanza alturas de entre 20 y 35 metros, con un tronco recto y una copa ancha y ovalada, formada por ramas extendidas que le dan una presencia imponente. Su corteza es grisácea, lisa en ejemplares jóvenes y más agrietada con la edad.
Las hojas son compuestas e imparipinnadas, formadas por entre 7 y 13 folíolos lanceolados, con margen dentado y de un verde intenso durante la temporada de crecimiento. En otoño, adquieren tonos amarillentos antes de caer. Brota tarde en primavera y es de las últimas especies en perder la hoja en otoño.
La floración ocurre en primavera, antes de la aparición de las hojas. Sus flores son pequeñas, sin pétalos y agrupadas en panículas, polinizadas por el viento. Posteriormente produce sámaras aladas agrupadas en racimos, que maduran en otoño y se dispersan con el viento.
El fresno común prefiere suelos profundos, frescos y bien drenados, y prospera especialmente en zonas húmedas, aunque también es capaz de adaptarse a condiciones algo más secas. Es muy resistente al frío y tiene una excelente tolerancia a la poda.
Su madera es muy apreciada por su elasticidad y resistencia, utilizada en carpintería, ebanistería, mangos de herramientas y mobiliario. Además, es una especie tradicional en setos vivos, alineaciones y restauración de ecosistemas ribereños.
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