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El Aesculus hippocastanum, conocido como castaño de Indias, es un árbol caducifolio de gran porte y gran valor ornamental, originario de los Balcanes. Es muy utilizado en parques, jardines y avenidas por su sombra densa, su frondoso follaje y su vistosa floración primaveral.
El Aesculus hippocastanum, conocido como castaño de Indias, es un árbol caducifolio de gran porte y gran valor ornamental, originario de los Balcanes. Es muy utilizado en parques, jardines y avenidas por su sombra densa, su frondoso follaje y su vistosa floración primaveral.
Puede alcanzar alturas de 20 a 30 metros, con un tronco robusto y recto y una copa amplia y redondeada, ideal para dar sombra. Sus hojas son grandes, opuestas y palmeadas, formadas por entre 5 y 7 folíolos dentados que le dan un aspecto muy característico y elegante.
En primavera, produce abundantes inflorescencias en forma de panículas erectas, compuestas por numerosas flores blancas con toques rosados o amarillentos, muy decorativas y atractivas para polinizadores. A finales del verano, aparecen sus conocidos frutos espinosos, que contienen las populares «castañas de Indias», aunque no son comestibles (a diferencia de las del castaño común).
El castaño de Indias prefiere suelos profundos, frescos y bien drenados, y aunque tolera bien el frío, no se adapta bien a climas muy secos o suelos compactados. Es ideal para espacios amplios donde pueda crecer libremente y desarrollar todo su potencial.
Además de su valor ornamental, el árbol tiene usos medicinales, especialmente en la fitoterapia, ya que sus semillas contienen principios activos que se utilizan en tratamientos circulatorios (aunque siempre bajo control profesional, ya que pueden ser tóxicas si se consumen sin procesar).
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